sábado, 13 de octubre de 2018

Jesucristo en Caripe El Jardin de Oriente.


P/Jorge Martínez R
De acuerdo a los relatos bíblicos de la biblia cristiana católica, la  navidad y semana santa se han relacionado históricamente con la venida y despedida  de Jesús de Nazaret  el hijo de María y José, venerado, amado, despreciado y hasta odiado  como el cristo o el Jesucristo hijo único de Dios.
Los 30 o más kilómetros que conforman la topografía geográfica  de los predios o pueblitos, que según caminó Jesús en su  radio de acción donde se escribe y describe la historia de Jesucristo, el hijo de José y María, -que comienza con su nacimiento un 24 de Diciembre en Belén, su desaparición por más de 30 años, que algunos historiadores sostienen que vivió con los Esenio otros  en Egipto  antes de su incógnita aparición a los 33 años para comenzar su calvario el domingo de ramos que terminó con su crucifixión el viernes de concilio y luego su renacimiento o resurrección el domingo de pascua- tienen una similitud misteriosa con los 33 kilómetros que conforman una área del municipio Caripe del estado Monagas en Venezuela, donde anualmente se conmemora en honor a Jesucristo este importante acontecimiento que marcó una era en la historia de la humanidad y ahora escenificado como “La Pasión y muerte de nuestro Señor Jesucristo”.
Según algunos  académicos e historiadores especializados en relatos o  textos bíblicos sobre la  vida y figura de Jesús de Nazaret, algunos sostienen que fue un predicador judío​ que vivió a c, a comienzos del siglo I, en las regiones de Galilea y Judea, y murió  crucificado en Jerusalén  a mediados de los años 30, bajo el dominio del imperio romano y el gobierno de Poncio Pilato, aunque Mateo y Lucas dicen respectivamente: “Cuando nació Jesús en Belén de Judea, en tiempos del rey Herodes. Y: “Cuando ellos (José y María) estaban allí (en Belén), ella dio a luz a su hijo primogénito”. mientras que los otros dos evangelistas, Marcos y Juan, presentan a Jesús como si hubiera nacido en Nazaret. y huyeron a Egipto regresando a Nazaret después de la muerte de Herodes ( Lc. 2.51 y Mt. 2.23)
Los que creen como Andreas Faber-Kaiser, que Jesús vivió y murió en Cachemira a una avanzada edad , sostienen que también viajó por otros mundos  incluyendo al océano pacífico en américa del sur, por el que sentía una especial atracción por su mística naturaleza, paisajes paradisíacos y casi inhabitados. Una imaginaria travesía de Jesús por el pacífico  sur -como la hizo realmente Cristóbal Colón en su tercera expedición por el continente, por orden y patrocinio de los reyes católicos de España, que anduvieron   detrás de los pasos de Jesucristo a mediados del siglo XV  llegando Cristóbal Colón en 1.498 hasta Macuro y creyendo que era una Isla la llamo "Tierra de Gracia" la cual fue bautizada por una legión misionera en 1.738 como San Carlos Borromeo de Macauro en las costas del Estado Sucre-, se puede señalar que desde las misteriosas aguas del Golfo de Paria, Jesús llegó caminando hasta Caripe. Y se refugió por algún tiempo en la caverna conocida hoy como “La Cueva  El Guácharo”, donde llegó después el sabio Alemán Alexander von Humboldt: Polímata, geógrafo, astrónomo, humanista, naturista y explorador  quien anduvo siempre detrás de las huellas de Jesús por el continente americano y a quien se le atribuye el descubrimiento de esta famosa cueva ubicada en  cerca de la población de El Guácharo, municipio Caripe bautizado por el poeta Segundo Torres como “El Jardín de Oriente” en Venezuela, donde anualmente en la época de semana Santa se escenifica "La pasión y muerte de Jesucristo", dirigida por el artista Omar Aristimuño, padre y máximo responsable de toda la escenificación, siendo este el acto más representativo de la iglesia católica en Venezuela, como es la recordación  de la muerte de Jesús en la cruz que tiene su máxima representación en la ciudad del Vaticano, donde reside el sumo pontífice, quien funge como representante de Cristo en la tierra, siendo Italia y los Italianos los que han expandido con mayor fuerza la fe y la encarnación de Jesús en la vida de los creyente en el mundo católico, teniendo una mística y misteriosa coincidencia con dos italianos que  internalizaron  la encarnación de Jesús en Caripe y perdieron la vida trágicamente en inexplicables accidentes de tránsito en vehículos automotores..
Vicente y Martín Clemente dos italianos, padre e hijo, que tuvieron por muchos años la actuación representativa de Cristo en cuadros vivos de semana santa en Caripe, ganándose el corazón de propios y extraños, por su dedicada actuación y hasta por su internalización personal,  parecido facial y corporal con Jesús el Cristo, fallecieron accidental y trágicamente. Vicente Clemente murió en un accidente conduciendo un camión con carga de materiales de construcción, perdió los frenos o el control del vehículo bajando del municipio Piar hacia Caripe, muy cerca de la Represa El Guamo y la carga le pasó por encima acabando con su vida instantáneamente. Su hijo Martín Clemente se comprometió con su padre, a seguir haciendo el papel de Jesucristo en semana Santa en Caripe, acción que se cumplió durante varios años hasta que también, lamentablemente perdió la vida en un trágico e inexplicable accidente de moto, ocurrido en Caripe, a poca distancia de la icónica Iglesia de San Agustín de Caripe, siendo su despedida o entierro, la más grande manifestación de dolor y tristeza jamás  vista en toda la región, por lo que hoy muchos místicos, lugareños y madres creyentes se refieren a que Jesucristo está enterrado en Caripe en la persona de Martín Clemente.
Recordando aquella multitudinaria despedida en la plaza de la Iglesia de Caripe, donde se le rindieron honores con la máxima expresión de amor y cariño. Amanda su madre, pegada al ataúd de su adorado hijo, con una maternal fe de esperanza, le decía. “Levántate hijo, tú eres Jesús, tú no estás muerto tú estás vivo, levántate Martin, ya terminó el acto, no te vayas no me dejes sola hijo mío”. finalmente cerraron el ataúd para llevarlo a su última morada, en la plaza de la Iglesia, sonó la canción -que se convirtió en un himno a la amistad-  del cantante brasileño: Roberto Carlos “Amigos para siempre” como despedida,  la multitud de gente, confundida, unos aplaudieron con dolor por el Cristo que se iba, otros lloramos silenciosamente y todos nos pusimos detrás del féretro de Martin Clemente, el Jesucristo de Caripe, para acompañarlo hasta su última morada, en el Cementerio del pueblo.  Omar Aristimuño al frente y como si fuera otra reencarnación de Cristo, asegurando el compromiso de escenificar cada año en semana santa “La Pasión y Muerte de Jesús” en compañía de propios y extraños que comparten la mágica y maravillosa  presencia de esta obra teatral en vivo, que en honor póstumo a Martín y reconocimiento en vida a Omar Aristimuño: debería bautizarse nuevamente como. “Jesucristo en Caripe, El Jardín de Oriente”

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