La piedra de moler.
P/
Jorge Martínez R
Antes que apareciera la electricidad, los molinos a vapor o simplemente molinos de madera, licuadoras eléctricas etc. existía esa única pieza de moler todo, que era la piedra; las mas antigua forma de moler, machacar o pisar los alimentos, especialmente los granos, frutas , vegetales y hasta la sagrada y bendita sal marina que usamos cada día en nuestras alimentos.
Los indios mayas. Incas y aztecas usaban "el metate y el molcajete", que los mexicanos, peruanos, chilenos, ecuatorianos y bolivianos todavía conservan en su tradicional cocina milenaria.
En Venezuela las distintas etnias, pueblos o comarcas indígenas como: Los Arawacos, Yukpa, Chaima, Japreria, Maquiritare o Yekuana, Akawayo, Abarana, Mapoyo, Waika, Yanomami, Wayuu, Añu, Cariña, Baniva o Kumpako, Piapoko, Pemon, Penare entre muchos de las mas de treinta etnias o poblaciones existentes en todo el territorio nacional, usaban la piedra de moler.
En esa piedra se molían o trituraban todos los alimentos que fuera necesario, tales como el maíz, el plátano, la sal, la caña, los frijoles o caraotas etc. etc.
El hombre que aspiraba unirse a una mujer, lo primero que tenía que hacer era tallar una piedra, para garantizar que tenía donde procesar todos los alimentos, sin molestar a sus parientes. Al presentar su piedra de moler se aceptaba por sus buenas intensiones y pasaba a la segunda prueba que era la de cazar a una presa o animal del monte vivo y la tercera y ultima prueba, era tumbar un gran árbol sin utilizar fuego o candela.
Particularmente, conservo con gran distinción, -como una reliquia sagrada-, las piedras de moler que usaron mis abuelas y que ellas heredaron de sus abuelas y estas también de sus abuelas, por lo que estimo que estas dos piedras ancestrales, deben tener mas de doscientos cincuenta años cada una y solo le pido a Dios que las bendiga para siempre
Lo cierto que hasta el siglo XVIII y principios del siglo XIX, la piedra de moler, era una reliquia sagrada en cada casa de todo el territorio de la geografía latinoamericana, especialmente en México, Perú y Venezuela, incluyendo la casa de la honorable familia Bolívar, -padres y parientes del libertador de la patria- hasta el mas humilde de los indios de Amotape, Perú, el pueblito o comarca donde murió en 1.854, Simón Rodríguez, el maestro del Libertador Simón Bolívar, -quienes usaban o usan- y adoraban con veneración “La piedra de moler”
Los indios mayas. Incas y aztecas usaban "el metate y el molcajete", que los mexicanos, peruanos, chilenos, ecuatorianos y bolivianos todavía conservan en su tradicional cocina milenaria.
En Venezuela las distintas etnias, pueblos o comarcas indígenas como: Los Arawacos, Yukpa, Chaima, Japreria, Maquiritare o Yekuana, Akawayo, Abarana, Mapoyo, Waika, Yanomami, Wayuu, Añu, Cariña, Baniva o Kumpako, Piapoko, Pemon, Penare entre muchos de las mas de treinta etnias o poblaciones existentes en todo el territorio nacional, usaban la piedra de moler.
En esa piedra se molían o trituraban todos los alimentos que fuera necesario, tales como el maíz, el plátano, la sal, la caña, los frijoles o caraotas etc. etc.
El hombre que aspiraba unirse a una mujer, lo primero que tenía que hacer era tallar una piedra, para garantizar que tenía donde procesar todos los alimentos, sin molestar a sus parientes. Al presentar su piedra de moler se aceptaba por sus buenas intensiones y pasaba a la segunda prueba que era la de cazar a una presa o animal del monte vivo y la tercera y ultima prueba, era tumbar un gran árbol sin utilizar fuego o candela.
Particularmente, conservo con gran distinción, -como una reliquia sagrada-, las piedras de moler que usaron mis abuelas y que ellas heredaron de sus abuelas y estas también de sus abuelas, por lo que estimo que estas dos piedras ancestrales, deben tener mas de doscientos cincuenta años cada una y solo le pido a Dios que las bendiga para siempre
Lo cierto que hasta el siglo XVIII y principios del siglo XIX, la piedra de moler, era una reliquia sagrada en cada casa de todo el territorio de la geografía latinoamericana, especialmente en México, Perú y Venezuela, incluyendo la casa de la honorable familia Bolívar, -padres y parientes del libertador de la patria- hasta el mas humilde de los indios de Amotape, Perú, el pueblito o comarca donde murió en 1.854, Simón Rodríguez, el maestro del Libertador Simón Bolívar, -quienes usaban o usan- y adoraban con veneración “La piedra de moler”
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